Pruebas científicas
Para poder entender esta sección, es necesario tener en mente unas pequeñas nociones acerca del funcionamiento de un estudio que tiene como objetivo verificar el funcionamiento de un determinado medicamento. No todos los artículos científicos son iguales: unos estarán mejor hechos que otros y habrán seguido una metodología más precisa. El hecho de haber chapuceado durante el proceso puede provocar que el medicamento parezca eficaz cuando en realidad no lo es. En el blog de medicina Per Ardua ad Astra se puede encontrar un excelente artículo que resume gran parte de lo que es necesario saber de forma genérica en este campo.
Ahora cojamos todos los estudios que se han hecho para comprobar la eficacia de la homeopatía. Una búsqueda por el término homeopathy en PubMed, el buscador de los National Institutes of Health (Institutos Nacionales de la Salud en castellano) estadounidenses, que indexa artículos científicos sobre medicina, proporciona 4214 resultados a fecha del 22 de octubre de 2010. Quien proclame que la homeopatía no se estudia debido a oscuros intereses farmacéuticos, por tanto, se equivoca.
¿Qué conclusiones se puede sacar de todo este material? Depende. Si un estudio se ha hecho de forma descuidada (no se ha aleatorizado la muestra, no hay doble ciego, etc.), podemos incluso esperar resultados positivos. A medida que vamos revisando trabajos más cuidados y serios, los resultados en favor de la homeopatía comienzan a diluirse.
Una forma rápida de saber en qué estado está actualmente el conocimiento de la materia es acudir a las revisiones de la Cochrane Collaboration (gracias a la suscripción realizada por el Ministerio de Sanidad, podemos acceder desde territorio español a la Biblioteca Cochrane Plus en castellano). Estas revisiones recopilan toda la literatura científica publicada sobre un determinado tema y evalúan de forma unificada resultados que se ofrecieron por separado en su día, consiguiendo de esta forma emitir un dictamen más robusto.
Sobre la homeopatía hay un puñado de revisiones de este tipo. Los veredictos no son muy favorables. Veamos:
- Uso de homeopatía para el tratamiento del síndrome de déficit de atención (versión original). Conclusión de los revisores: actualmente hay pocas pruebas de la eficacia de la homeopatía para el tratamiento del síndrome de hiperactividad y déficit de atención.
- Uso de homeopatía para el tratamiento del asma crónico (versión original). Conclusión de los revisores: no hay suficientes pruebas para evaluar el posible rol de la homeopatía en el tratamiento del asma.
- Uso de homeopatía para el tratamiento de la gripe y síntomas asociados (versión original). Conclusión de los revisores: las pruebas actuales no apoyan un efecto preventivo de medicinas homeopáticas para la gripe o síndromes relacionados.
- Uso de homeopatía para inducir el parto (versión original). Conclusión de los revisores: no hay suficientes pruebas como para recomendar la homeopatía como un método de inducción al parto.
- Uso de homeopatía para tratar efectos adversos de tratamientos contra el cáncer (versión original). De los ocho estudios analizados, cuatro no proporcionan resultados positivos, dos son de metodología muy dudosa y solamente dos parecen arrojar algún resultado favorable a la homeopatía. Conclusión de los revisores: hay que replicar estos estudios.
Hasta ahí, las revisiones de Cochrane. Como dice el músico Tim Minchin, estos tratamientos vienen de dos maneras: los que se ha demostrado que no funcionan y los que no se ha demostrado que funcionen.